El asesinato de la youtuber conocida como ‘La Nana Pelucas’ es la última de una serie de muertes en los últimos años de personajes que se hicieron conocidos a través de las redes sociales y que a través de sus publicaciones molestaron a grupos del narcotráfico. La visibilización de sus publicaciones los está poniendo en la mira de los criminales.
IUDAD DE MÉXICO.- El contenido que difunden los youtubers, tuiteros y otros usuarios de redes sociales en México los ha puesto en la mira de criminales. Ese fue el caso de la vlogger Pamela Montenegro, conocida como ‘La Nana Pelucas’, quien el lunes pasado perdió la vida en el sureño estado de Guerrero a manos de dos hombres armados. Según la Fiscalía local, la youtuber difundió “información privilegiada de los grupos delictivos” y eso generó el “malestar” de los narcotraficantes que ordenaron ejecutarla.
No se trata del único caso ocurrido durante el gobierno de Enrique Peña Nieto. En diciembre pasado fue ultimado a tiros Juan Luis Laguna Rosales, ‘El Pirata de Culiacán’, quien se hizo famoso por publicar videos excéntricos en los que mostraba lujos, armas, alcohol y drogas. Una de las líneas de investigación que siguen las autoridades es un video donde el youtuber insultó a Nemesio Oseguera Cervantes, ‘El Mencho’, líder del cártel de Jalisco Nueva Generación.
A esos casos se suman al secuestro y homicidio en 2014 de María del Rosario Fuentes, ‘@garzalaura 142’, una usuaria de redes sociales que reportó en el proyecto informativo Valor por Tamaulipas hechos violentos que ocurrieron en su estado.
Para el analista de seguridad Alejandro Hope, los usuarios que difunden información a través de las redes sociales se han convertido en voces influyentes, pero a la vez son vulnerables al no tener medidas de prevención, sobre todo en estados donde impera la violencia como Guerrero, Jalisco o Tamaulipas.
“Me da miedo … No tenemos la protección de ninguna empresa”
“Más que una lógica de los delincuentes es un cambio en la lógica de los medios, donde empiezan a pesar voces como esas (personajes de redes sociales) y eso los hace vulnerables en mayor medida que la prensa tradicional, pues no tienen la misma protección que los periodistas y muchas veces ellos no toman precauciones”
Uno de los rostros que ha surgido en los últimos años al calor de internet y las redes sociales es Miñero, un youtuber mexicano que difunde denuncias ciudadanas, videos sobre crímenes y también hace crítica política. A él lo han amenazado en varias ocasiones y por esa razón trata de ocultar su identidad y toma medidas de seguridad cuando lo contratan en shows. “Sí me da miedo, aunque casi no me meto con el narcotráfico”, afirma.
“Podemos estar en la mira de criminales porque no tenemos la protección de ninguna empresa a la cual le puedas decir que me amenazaron o te sepan orientar. La información que yo publico y que a veces me filtran policías, me hace responsable solamente a mí, no a un director o a otra persona. Lo bueno es que hay anonimato, entonces puedes actuar como un personaje”, asegura Miñero.
A mediados de 2017, a Miñero lo amenazó de muerte alguien que dijo ser integrante del cártel de Sinaloa. Él habló de la advertencia en uno de los videos y días más tarde le llegó un correo de la Secretaría de Gobernación con los datos para solicitar el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas. SIn embargo, el youtuber no solicitó la protección porque dudó de la veracidad del correo, aunque los datos para la solicitud son reales.
Otros casos
El ataque a personajes que se han hecho populares a través de las redes sociales por parte de criminales que decían no estar de acuerdo con los mensajes que habían difundido las víctimas comenzó a presentarse al principios de esta década.
En noviembre de 2011, las autoridades de Nuevo Laredo, Tamaulipas, hallaron el cadáver decapitado de un hombre identificado como ‘El Rascatripas’, uno de los principales colaboradores de la página Nuevo Laredo en Vivo, donde se reportaban balaceras y hechos violentos.
En septiembre de ese año, los cuerpos de dos personas fueron colgados en un puente peatonal de Tamaulipas. En la escena del crimen había una cartulina con la leyenda: “Esto les va a pasar a todos los relajes (quienes denuncian) del Internet, pónganse vergas, ya los traigo en corto (estén atentos, estoy cerca de ustedes), atte Z”, decía el mensaje.
Además, en 2013 se difundió un video en México el cual fue atribuído al cártel de Golfo, donde se muestra la supuesta ejecución de un bloguero de la página Valor por Tamaulipas: “Este mensaje va dirigido a toda la comunidad que se dedica a publicar información, a nombres de usuarios de Facebook y Twitter en Valor por Tamaulipas. Estas personas cuentan ahora con los medios y aparatos de localización, que con sólo la dirección IP rastrean y dan la localización exacta del usuario. No soy el primero ni el último en ser localizado. Por su propia seguridad, abstenganse de publicar cualquier información de lo contrario este será el precio que pagarán”, dice la víctima frente a la cámara.
En el último caso de este tipo, el de ‘La Nana Pelucas’, la youtuber ya había denunciado amenazas a través de narcomantas y por parte de un funcionario local. Por eso, para un periodista de El Sillón TV, su canal de YouTube, que no quiso ser identificado, con su asesinato querían mandarle un mensaje a quienes hacen ese tipo de denuncias.
“Este asesinato es un mensaje para quienes quieren informar a través de redes sociales en el estado. En muchos casos el gobierno de Guerrero y el crimen organizado se coluden para controlar la información en redes sociales, ya sea usando dinero para coptar o violencia para amedrentar”, opinó el periodista, según un comunicado de la organización Artículo 19. ”
Esa organización critica además que la Fiscalía de Guerrero haya dado por resuelto el crímen sin haber llevado a cabo “una investigación diligente, técnica, ni exhaustiva para identificar plenamente a los responsables del crímen”. Por eso, exhorta a las autoridades locales a tomar en cuenta en sus pesquisas la labor informativa de Pamela Montenegro como principal línea de investigación.