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Informaciones publicadas desde el martes en la noche en internet, adjudicaban al abogado Vance Owen haber revelado que un tornillo provocó que se estrellara el avión en el que viajaba la cantante Jenni Rivera junto a cuatro integrantes de su equipo, el 9 de diciembre de 2012.

Owen, quien representó a las víctimas del avionazo en la demanda contra la compañía dueña del avión, Starwood Management Inc., aclaró este miércoles en El Gordo y la Flaca que existen múltiples teorías sobre la causa del accidente. Sin embargo, no es correcto decir que exactamente fue un tornillo el que causó que el avión descendiera 28,000 pies en 30 segundos hasta estrellarse en una región de la Sierra Madre Oriental, en Iturbide, Nuevo León.

Entre las posibles causas que estimaron los peritos, esa le hace más sentido, pero Owen apuntó que la investigación fue demasiado compleja y lo único que permitió concluir con certeza es que no se trató de un atentado con un explosivo, pues las autoridades de Estados Unidos ni las de México hallaron restos de pólvora o de cualquier otro químico sospechoso.

En entrevista con El Gordo y la Flaca, Vance Owen señaló que lo rocoso del terreno, en Nuevo León, México, así como los pedazos tan “minúsculos” que pudieron ser recuperados de la nave, impidieron obtener la causa precisa. En síntesis, se trató de una falla, aunque su causa precisa permanecerá incierta.

Cabe recordar que en julio de 2016, la familia de Jenni Rivera ganó la demanda contra el propietario del avión, Starwood Management Inc., pero aún no han podido cobrar los 70 millones de dólares que se determinó en corte. Ese dinero sería dirigido a las otras víctimas del avionazo; el publicista Arturo Rivera, el maquillador Jacob Yebale, el estilista Jorge Sánchez y el abogado Mario Macías.

El próximo 9 de diciembre se conmemoran cinco años de aquel domingo en la madrugada cuando ‘la Diva de la Banda’ abordó el avión privado en el aeropuerto de Monterrey, confiada en que poco después de las 4:00 de la mañana aterrizarían en Toluca. Una foto junto a su equipo, compartida por Yebale en Twitter, quedó como su último recuerdo, pues solo llevaban 10 minutos en el aire cuando el avión, con matrícula N345 MC perdió contacto con la torre de control. Nada pudieron hacer los pilotos Miguel Pérez y Alejandro Torres, para evitar el trágico desenlace.