El gobierno de Estados Unidos parece andar por buen camino para cumplir con la fecha límite del jueves, en la que debe reunir a la mayoría de familias que fueron separadas en la frontera con México, según dijo un juez federal el martes.
El juez, sin embargo, retrasó decidir sobre la petición de un grupo de derechos civiles de posponer la deportación de todos los padres y madres por siete días después de reunirse con sus hijos.
No obstante, una orden judicial temporal prohíbe las deportaciones de familias hasta que el asunto sea resuelto.
El juez Dana Sabraw, quien dio a los oficiales de inmigración un plazo hasta el jueves para devolver a 2.500 niños con sus padres, felicitó al gobierno el martes por el “logro notable” que supone casi haber completado la tarea.
A finales de junio, el presidente Donald Trump acabó con la práctica de separar familias después de que audios y videos de los niños llorando, dentro de jaulas, despertaran la indignación internacional.
Para el lunes, al menos 879 padres habían sido reunidos con sus hijos, de acuerdo con una conferencia de prensa en la que hablaron miembros del gobierno y de la Unión por las Libertades Civiles Americanas (ACLU por sus siglas en inglés).
Otros 463 padres habían sido devueltos a sus países, mientras que sus hijos permanecen en Estados Unidos. No está claro cuándo serán reunidas esas familias. El gobierno no despejó la duda de si habían sido deportados o se fueron voluntariamente.
Niños menores de cinco años fueron reunidos con sus padres a principios del mes de julio, a pesar de que el gobierno incumplió una fecha límite fijada por la corte para hacerlo.
Retrasar las deportaciones
El juez Sabraw pospuso hasta el viernes el fallo sobre la moción presentada por la ACLU que pide retrasar las deportaciones.
La ACLU dijo en los papeles presentados a la corte que el tiempo extra era necesario para que los padres consideraran las opciones legales disponibles para sus hijos, quienes podrían estar mejor quedándose en Estados Unidos para pedir asilo. La mayoría de los padres huyeron de la violencia en Guatemala, Honduras y El Salvador.
Los padres y madres que se enfrentan a una orden final de deportación tienen 48 horas para decidir si quieren ser reunidos con sus hijos y volver a casa como una familia o dejar a sus niños en EE.UU., dijo el gobierno en una presentación en la corte el martes.
El gobierno también dijo que Sabraw no tenía la autoridad para impedir que el gobierno llevase a cabo las órdenes de deportación.
Sabraw dijo que necesita información adicional sobre el estatus de los padres y los niños que están esperando la deportación antes de emitir un fallo.
El asunto provocó un duro encuentro entre los abogados de ambas partes. El representante de ACLU alegó que el tiempo extra era necesario en parte porque “las cosas en el terreno son un desorden”.
Scott Stewart, un abogado para el Departamento de Justicia de EE.UU., dijo que los abogados del gobierno habían trabajado duro para cumplir con las órdenes de la corte y que tenía “muchas razones para sentirse orgulloso”.
Fuente: voanoticias.com