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Se trata de la medida más agresiva hasta el momento para debilitar la ley de salud vigente conocida como Obamacare: este jueves se conoció que el presidente Donald Trump pondrá fin a los pagos que el gobierno federal le hacía a las compañías aseguradoras para ayudar a que los estadounidenses de menos recursos pudieran costear un seguro de salud, según lo confirmó la Casa Blanca este jueves por la noche.

La eliminación de los subsidios se conoce horas después de que Trump firmara una orden ejecutiva que busca alterar el sistema de seguros del país, ofreciendo planes más baratos que dan muchos menos beneficios y protecciones para los consumidores, garantizados por la reforma sanitaria del expresidente Barack Obama.

Los dos anuncios de este jueves podrían desestabilidar el mercado, disparar el costo de las primas e incentivar a las compañías a que abandonen los mercados creados por Obamacare.

La eliminación de los subsidios, que tienen un valor estimado de 7,000 millones de dólares este año y se pagan mensualmente, podría ocurrir de forma inmediata, aunque ese dato no se especifica en el comunicado. Las compañías aseguradoras cuentan con estos subsidios para reducir los gastos de bolsillo que deben realizar las personas de bajos recursos.

Para expertos en políticas de salud como Andy Slavitt, se trata de una decisión que impactará de manera negativa en los asegurados con Obamacare. “Trump es un peligro claro y presente para millones de familias estadounidenses”, tuiteó

Trump ha amenazado por meses con acabar con estos pagos, que ayudan a los más pobres a pagar por sus deducibles y sus gastos de bolsillo (out-of-pocket), pero lo había evitado luego de que funcionarios del gobierno le advirtieran que una medida como esa implosionaría el mercado. Una consecuencia de la que se podría responsabilizar a los republicanos que han intentado derogar la ley de salud vigente por siete años, sin éxito.

En algunos mercados del país las primas de seguro dentro de Obamacare ya han aumentado considerablemente, especialmente en familias de clase media que no se benefician tanto como las de más bajos recursos. Con esta nueva medida de la Casa Blanca, el alza de precios de las primas, así como los pagos de bolsillo afectarán a ambos estratos por igual.

Otras de las graves consecuencias del fin de los subsidios, aseguran expertos, es que muchas aseguradoras optarán por retirarse para la nueva ronda de inscripciones prevista para 2018 en vista de que sus planes dejarán de ser competitivos.

El quinto año de inscripciones para obtener seguros de Obamacare comienza en menos de tres semanas y ya las aseguradoras han afirmado que poner fin al programa de compartir gastos entre las empresas y el estado con sus subsidios es el paso del gobierno de Trump que podría infligir el peor daño a los mercados y a la propia Ley de Cuidados de Salud Asequible (ACA) u Obamacare.

Si a esto le sumamos otros elementos que ya el gobierno de Trump ha restringido dentro de ACA, el escenario de sostenibilidad del actual sistema de salud está no en riesgo, sino en peligro de muerte, para usar un término médico que los expertos están ventilando tras esta medida dada a conocer bien tarde en la noche del jueves.

Trump ya ha disminuido el presupuesto para hacer publicidad sobre Obamacare, también ha limitado las campañas del gobierno en las comunidades más necesitadas de salud y además, ha recortado el periodo de inscripciones.

El gobierno, más que dejar morir Obamacare, tal como lo ha estado publicitando, ha realizado esfuerzos específicos para que eso ocurra.