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Tiene 22 años, es sudafricana y acaba de ser coronada como la mujer más bella del Universo. Pero, ¿quién es Demi-Leigh Nel-Peters? Nacida en Sedgefield, en la Provincia Occidental del Cabo, hasta anoche, su nombre era un absoluto misterio para la gran mayoría del planeta. Ahora, la modelo africana ocupa la portada de diarios y revistas de todo el mundo tras haberse convertido en la segunda mujer de Sudáfrica en ganar el certamen de Miss Universo  y la quinta en la historia que consigue llevar este título a África. Representantes de Angola (2011), Botswana (1999) y Namibia (1992) fueron las otras tres africanas que lo consiguieron

Antes de recibir la corona de Miss Universo 2017, Nel-Peters ya estaba entre las favoritas del concurso gracias a sus ideales altruistas, su fuerte carácter feminista y su objetivo de empoderar la figura de las mujeres a través de su discurso.

Recién licenciada en Administración de Empresas, en su día a día, Nel-Peters adora las manualidades, como el ‘scrapbooking’ o diseñar tarjetas de felicitación. Otra de sus grandes pasiones es la velocidad, como puede verse en su cuenta personal de Instagram, donde los vehículos a motor y las carreras ocupan un importante espacio entre sus fotografías.

Y aunque ahora Demi-Leigh vivirá en un lujoso apartamento con todos los gastos pagados en Nueva York, su historia, como la de la gran mayoría de mujeres de su país, no ha sido sencilla. Con sus padres separados -y orgullosa de tener cuatro, pues tanto su madre como su padre contrajeron matrimonio posteriormente-, Miss Sudáfrica lucha también contra la discriminación y trata de ayudar a los discapacitados ya que su hermana, su “mayor motivación”, nació sin cerebelo.

Una realidad que no ha empañado los sueños de la joven, que, además, espera trabajar duramente este año en importantes campañas de prevención del virus del VIH, un problema muy presente en su país, y confía en poder fortalecer su proyecto de proveer a las mujeres de Sudáfrica de las “herramientas y el conocimiento que les permita enfrentar situaciones difíciles como secuestros o robos”.

“Prometo dedicar los próximos 365 días de mi vida a servir al pueblo sudafricano, a ser la voz de aquellos que tienen miedo o no pueden hablar y representar a toda nuestra hermosa nación. Prometo escuchar, estar ahí, ayudar en lo que pueda para que todos podamos ser escuchados, todos queremos ser aceptados. Yo te escucho, yo te veo, ¡soy tú!”, decía la joven tras convertirse en la ganadora del certamen de belleza de su país hace unos meses.