La Ofrenda simboliza el tributo a nuestros seres queridos, en la que se colocan los platillos, bebidas y dulces preferidos del difunto, entre otros elementos que no pueden faltar en el altar para recibir a nuestros seres queridos.
Velas: Se cree que alumbran el camino de las almas hacia sus hogares.
Flores: Guían a los difuntos del panteón a la ofrenda. Además, adornan y aromatizan.
Papel Picado: El papel es una representación del aire, además de añadir un toque festivo a la celebración. El papel colorido da luz y vida a la ofrenda además de aportar un gran diseño con sus figuras decorativas.
Pan: Especialmente el pan de muerto es visto como un ofrecimiento fraternal.
Calaveras de azúcar y chocolate: Recuerdan a la muerte que siempre está presente.
Petate: En él las almas descansan del largo viaje.
Copal: Se utiliza para limpiar el lugar de malos espíritus y que así las almas puedan entrar a sus hogares sin peligro.
Sal: Es un elemento de purificación y sirve para que los difuntos no se corrompan en su viaje.
Agua: Es considerada fuente de vida y se ofrece a las ánimas para calmar su sed.
Retrato de los difuntos: Debe colocarse de tal forma que sólo se pueda ver con un espejo, para dar a entender que los muertos están presentes, pero ya no existen.