La compañía Greyhound continuará permitiendo que agentes de la Patrulla Fronteriza o CBP (Agencia de Protección de Fronteras y Aduana) aborden sus autobuses en ruta para interrogar pasajeros e incluso llevárselos detenidos.
La empresa, de acuerdo a una declaración de su portavoz Lanesha Gipson, reconoció que estos incidentes están ocurriendo, pero indicó que no puede impedirlos.
“Entendemos la preocupación de nuestros clientes al respecto”, dijo Gipson en un email a La Opinión. “Pero Greyhound debe cumplir con la ley“.
Admitió la portavoz que estos “chequeos de transporte no solo afectan las operaciones de la empresa sino la experiencia de los viajeros”.
No obstante, diez afiliadas de la Unión de Libertades Civiles Americanas en diversos puntos del país se sumaron este miércoles a una carta enviada al presidente de Greyhound Dave Leach y a la abogada de la empresa Tricia Martinez, explicando que la empresa no tiene obligación legal de permitir lo que llamaron “violaciones constitucionales” a los pasajeros.
Uno de estos incidentes, al parecer cada vez más comunes durante el último año, tomó por sorpresa a Keshy Jeong, una joven coreana-americana de 21 años que viajaba en uno de los autobuses de la compañía el pasado domingo 18 de marzo entre San Diego y Los Ángeles.
Jeong contó su experiencia a La Opinión.
“Yo estaba dormida, eran como las 8 y 30 de la noche cuando mi vecino de asiento me despertó para decirme que un agente quería hacerme una pregunta, parecían policías y me pedían el pasaporte”, dijo Jeong. “Yo acababa de despertar así que le dije algo malhumorada que no lo tenía”.
El agente, acompañado de otro que observaba mientras el primero hacía interrogatorios, le preguntó a la muchacha donde había nacido. “Corea”, le respondió ella.
“Acto seguido me pidió prueba de ciudadanía, que no llevo conmigo así que le di mi tarjeta de identificación”, cuenta la joven. “Me preguntó cuánto tiempo tenía aquí y le dije que desde 1999, así que se fue a interrogar a otras personas”.
El agente “siguió” interrogando a algunas personas en el bus, dijo Jeong. “No a todas, sólo algunas. Le estaban pidiendo pasaporte a ciertas personas, particularmente a los latinos y asiáticos. Puedo imaginar por qué me lo pidieron a mí”.
La joven pudo escuchar cómo interrogaban a otra pasajera del mismo autobús y posteriormente la bajaron del autobús
La joven, una ciudadana naturalizada, explicó que ahora siente que estaba mal preparada para ese encuentro. “No sabía bien cuáles eran mis derechos, pero luego me puse a leer y me di cuenta que no tenía que contestar nada. Siento que pude haber intervenido y decirle a todo el mundo que tienen derecho a permanecer callados“.
Nada obliga a Greyhound a permitir estas redadas: ACLU
En una carta de cinco páginas enviada por ACLU a la empresa Greyhound, se citan incidentes en Washington State, California, Vermont, Michigan, Nueva York y Florida, en los que agentes de CBP abordaron autobuses interrogando y arrestando a determinadas personas.
La organización instó a Greyhound a no permitir estas actividades, explicando que no hay ningún requisito legal que permita a agentes de la ley el acceso a áreas privadas de un negocio -como en un bus, donde hace falta un boleto- y sin ningún tipo de orden judicial o siquiera “causa probable” de que allí se esté cometiendo un delito o violación.
“Urgimos a Greyhound a cambiar de política y dejar de colaborar dando permiso a CBP¨para llevar a cabo estas intrusivas redadas sin una orden judicial”, reza la misiva.
Greyhound, entretanto, agregó que la compañía está sosteniendo un diálogo con las autoridades migratorias, pero al parecer, aún no ha dado ningún fruto concreto.
“Greyhound ha establecido un diálogo con la Patrulla Fronteriza para ver si podemos hacer algo para balancear la aplicación de ley federal con la dignidad y la privacidad de nuestros clientes”, agregó la portavoz Gipson