El grupo de DDHH investigó 18 muertes ocurridas durante el gobierno de Obama, y concluyó que el sistema carcelario de ICE es peligroso y no responderá al encierro masivo prometido por el mandatario.
La organización Human Rights Watch (HRW) advirtió este lunes que bajo el gobierno de Donald Trump morirán más inmigrantes en los centros de detención, principalmente a causa la precaria e inadecuada atención y personal poco cualificado que brinda servicio médico en los centros de detención bajo supervisión de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).
El reporte, titulado “Indiferencia sistemática: atención médica peligrosa y precaria en centros de detención inmigratoria”, fue elaborado por HRW y el proyecto Community Iniciatives for Visiting Immigrants (Iniciativa Comunitaria para Visitar a los inmigrantes en Confinamiento, CIVIC. Ambos grupos indican que han surgido “nuevas evidencias de la peligrosa baja atención médica en la detención de inmigrantes en estados Unidos”, en momentos en que el gobierno del presidente Donald Trump “está tratando de aumentar” el número de extranjeros detenidos para ser deportados de Estados Unidos.
“Los datos revelan que personas confinadas en centros de detención fallecieron innecesariamente bajo la administración de (Barack) Obama, aún cuando hubo intentos de implementar reformas” al sistema de detenciones, dijo Grace Meng, investigadora estadounidense de Human Rights Watch. “El gobierno de (Donald) Trump ha anunciado su intención de revertir estas reformas, que fueron clave, y al mismo tiempo detener a más inmigrantes, lo cual probablemente implicará que más personas pudieran morir” innecesariamente”.
Durante la campaña presidencial, Trump dijo que en un plazo de 18 meses deportaría a los 11 millones de indocumentados que viven en el país. Tras ser electo, dijo durante una entrevista a la cadena CBS que sólo deportaría hasta tres millones de ilegales criminales, y cerca de cuatro millones que dejaron expirar sus visas.
Sin embargo, el pasado 25 de enero, decretó que los 11 millones de indocumentados son una amenaza pública y a la seguridad nacional, anunció nuevas prioridades de deportación, pidió informes para aumentar la capacidad de detención de ICE, y demandó redadas y deportaciones aceleradas, incluso llevando jueces a los centros de detención para acelerar los procesos de expulsión.