Según testigos dentro del salón de clases la niña de 12 años señalada como la principal sospechosa de la balacera, que dejó cinco heridos, llevaba un arma en su mochila que se le disparó accidentalmente. La menor permanece bajo custodia en un centro de detención juvenil bajo los cargos de “descarga negligente de un arma” y “posesión de armas en una escuela”.
LOS ÁNGELES, California.- El Departamento de Policía de Los Ángeles confirmó la tarde de este jueves que el tiroteo en la escuela secundaria Sal Castro, que dejó al menos cinco heridos, fue ocasinado accidentalmente, según la agencia AP citando a un portavoz policial.
Medios locales reportaron más temprano que un estudiante de séptimo grado que estaba en el salón de clases durante el tiroteo dijo que creía que este había sido accidental. “Ellos pensaron que era un arma de juguete, pero después sí disparó”, dijo Benjamin Urbina a ABC7.
El menor aseguró que la niña de 12 años que estaba sosteniendo el arma “no quería” dispararle a una adolescente de 15 años que resultó herida.
La estudiante que presuntamente ocasionó la balacera fue detenida por las autoridades y permanece bajo custodia en el centro de detención juvenil Eastlake Juvenil Hall. Las autoridades le imputaron cargos por “descarga negligente de un arma” y “posesión de armas en una escuela”, informó Josh Rubenstein, portavoz de la Policía de Los Ángeles.
Otro de los adolescentes que presenció el tiroteo, Jordan Valenzuela, de 12 años, le dijo a la AP que él habló con la acusada justo después de lo sucedido y ella estaba llorando y repetía “yo no lo quería hacer”. El niño aseguró que ella le dijo que la pistola estaba en su mochila y que esta se salió accidentalmente cuando ella soltó el bolso.
El 91.2% de los alumnos son hispanos en esta escuela, situada en la vecindad de Westlake, una zona de mayoría centroamericana.
El tiroteo se registró dentro de un salón de clases en el cual había estudiantes de diferentes edades, pues se trataba de un curso electivo.
Dos estudiantes fueron transportados a un centro médico cercano, incluyendo un adolescente de 15 años en condición crítica, quien sufrió un disparo en la cabeza. La segunda víctima, una niña también de 15 años, fue herida en la muñeca y también permanece hospitalizada.
La víctima de mayor gravedad fue trasladada al Centro Médico del Condado de Los Ángeles-USC y por la tarde permanecía en cuidado intensivo. “Este joven fue sumamente afortunado”, dijo el cirujano Aaron Strumwasser. “La trayectoria de la bala no dio con ninguna estructura vital y su vida no corre peligro inmediato”. El médico Carl Richard Chudnofsky, jefe de emergencias, dijo que el pronóstico del joven es favorable.
Otros dos jóvenes fueron rozados por las balas y sufrieron lesiones leves.
En horas de la tarde la mayoría de los padres ya se habían podido reunir con sus hijos, luego de horas de ansiedad sin poder verlos mientras las autoridades investigaban lo ocurrido y los estudiantes eran puestos a salvo.
